Si te creías que con ser mánager ya estaba todo hecho, siento ser yo la que te diga, ¡que es ahora donde empiezan los retos!
Al primero lo he llamado delegar para empoderar y no morir en el intento.
Traducido de forma práctica significa: todo no cabe. Si tienes nuevas funciones, tienes que soltar otras.
Pero eso a mí me gusta como lo dejo yo y es cómo hay que hacerlo.
Si has contestado esto, we’ve got a problem baby! De verdad que te entiendo, tú ya sabes de sobra cómo se hacen las cosas. Conoces a los proveedores, los procesos, cómo le gusta al jefe y lo haces más rápido pero si no dejas de abarcarlo todo vas a tener dos problemas exactamente:
⇝No te va a dar la vida. Hazte amigo del exceso de estrés, de las calenturas en la boca, del dolor de cabeza, de cervicales y de tirarte todos los días hasta las mil en la ofi y enganchado al e-mail fuera de horas, porque ese será tu escenario.
⇝Y el segundo problema aún más importante porque impacta en más personas: la motivación, la confianza y la implicación de tu equipo, va a caer en picado. Y eso es malo para ellos, para ti y para la empresa.
¿Es realmente necesario que seas tú el que envíe el e-mail? ¿De verdad merece la pena seguir haciendo ese Excel porque te gusta tenerlo tal cual lo dejas tú? ¿No puedes explicarle como chequear los presupuestos?
Te lo digo desde el cariño, porque sé que da miedo soltar cosas 😬 y que ahora otro haga lo que tu hacías porque quizá te viene el pensamiento de ¿y si la cagan?
Una vez leí esta frase en un libro y se ha convertido en mi mantra:
Lo importante no es que no la cagues, lo importante es que sepas arreglar la cagada.
¿Acaso tú nunca la has cagado? TODOS LA CAGAMOS EN ALGÚN MOMENTO (perdón por las mayúsculas pero es que de verdad que creo que esto se nos olvida muy a menudo) pero terminamos apañándolo.
Y digo yo que si tú solucionas el marrón, ¿porque las personas de tu equipo no van a poder?
Dales confianza, herramientas y soporte cuando lo necesiten pero déjales que se empantanen y salgan cubiertos de barro. Encontrarán la manera de limpiarlo y aprenderán como no volver a meterse en ese charco otra vez.
Aunque no hay problema, puedes hacerlo tú todo, siempre que quieras un montón de robots en el equipo que no se cuestionan las cosas porque van por inercia. Un equipo que tampoco sabe muy bien para qué sirve lo que está haciendo ni cree que su papel sea muy relevante.
Para ser el mánager que querías, necesitas confiar y soltar, por mucho miedo que te dé.
Para inspirar a los demás y a ti mismo, es momento de actuar diferente. Puedes empezar poco a poco. Prueba un par de semanas y delega cosas a ver cómo funciona. La empresa no se irá a pique, de verdad.
Encuentra un equilibrio. Tampoco repartas ahora todas tus tareas y tú te quedes mirando la vida pasar, no se trata de eso.
Si no sabes cómo hacerlo, es normal porque nadie te ha enseñado. Pero si quieres aprender, estaré encantada de que trabajemos juntos en ello.
Ánimo, el camino es más difícil de lo que quizá pensaste al principio, pero es un camino maravilloso y súper satisfactorio. No hay nada que llene más que ver como el equipo y tú crecéis juntos.
Melisa Terriza.
Experta en coaching y herramientas para mánagers millennial.